jueves, 13 de noviembre de 2008

Matrix

Si la realidad que te rodea – tu dormitorio, la silla en la cual te sientes, el coche que manejas, todo – no pasara de un sueño o una simulación de la realidad, ¿cómo sabrías de eso? Y si supieras, ¿cómo libertarte e ingresar en un mundo real? Ese es más o menos el telón de fondo de una trilogía que involucra futurismo, teología, inteligencia artificial, filosofía y efectos especiales inéditos.

La primera película de la secuencia Matrix ganó cuatro Oscar, recaudó 460 millones de dólares y fue el primer DVD a vender más de 1 millón de copias. Las escenas de acción en cámara lenta, las luchas coreografiadas, las ropas y los temas cyberpunk sirvieron de inspiración para decenas de películas, videojuegos y propagandas que surgieron después. Más que eso, Matrix revolucionó la forma de hacer cinema y ha sido considerada una película de valor histórico, cuya importancia puede ser comparada a obras como 2001 – Una Odisea en el Espacio y Blade Runner.

Matrix cuenta la historia del hacker Thomas, apodado de Neo (Keanu Reeves), que encuentra a un hombre lleno de trucos llamado Morpheus (Laurence Fishburne). Él toma una píldora roja y descubre que los ordenadores simulan toda la “realidad”, un enorme mundo virtual llamado Matrix. La “verdadera realidad” es un futuro en el cual las máquinas se apoderaron de todo y mantienen los humanos en cápsulas, donde usan la energía que tienen para abastecer un gigantesco sistema de inteligencia artificial, mientras que su mente es mantenida en una especie de sueño, una realidad virtual. Morpheus es el líder de un grupo de rebeldes que quiere libertar a los humanos de las máquinas y cree que Neo es el salvador esperado. Después de muchos entrenamientos, Neo consigue trascender la realidad de Matrix, desafiar las leyes de la física y ganar poderes sobrehumanos.

Dejando la ficción de lado, lo que llama la atención, también, en la película son las varias referencias al cristianismo. Neo es tenido como el libertador y resucita al final de la historia. Él es amigo de Apoc (Apocalipsis) y Trinity. La última ciudad humana, Zion, es una referencia a la bíblica Sión, y la nave de Morpheus fue bautizada con el nombre de Nabucodonosor.

Además del tema religioso, hay también un telón de fondo filosófico. Recordemos el famoso mito de la caverna, de Platón, escrito hace casi 2.400 años, y que describe personas presas en una caverna sin saber que existe “otro mundo” fuera.

Se puede percibir, también, una pizcadita de las ideas del pensador francés del siglo XVIII René Descartes. Basta con leer sus palabras para notar la semejanza con Matrix: “Cuando pienso sobre mis sueños claramente, veo que nunca existen señales ciertas por los cuales estar despierto puede distinguirse de estar durmiendo. El resultado es que me quedo mareado y ese sentimiento sólo refuerza la idea de que yo puedo estar soñando.” Descartes imaginó la posibilidad de que un terrible demonio está constantemente dando la ilusión de que todas las certezas humanas son correctas, cuando en realidad ellas no harían cualquier sentido. El filósofo concluye que, como no se puede probar si ese demonio existe o no, ninguna de sus opiniones era segura.